Por estos días festivos las familias acostumbran a viajar para reunirse con sus familiares en distintos puntos de la provincia y del país, por lo que deben ser prevenidas que en la rutas santiagueñas, aún los animales sueltos se convierten en los peores enemigos de los viajeros. 

La brigadas de la Policía Rural se esfuerzan, controlan y secuestran animales sueltos en las rutas. Los dueños no toman conciencia y las bestias continúan provocando inesperados siniestros.

Desde hace muchos años, la presencia de animales en rutas son el principal desencadenante de los  innumerables accidentes de transito, en oportunidades con grandes daños materiales como saldo y en otros las consecuencias fueron más trágicas con la pérdida de vidas humanas.

Nadie puede negar que en estos últimos años la creación de la Policía Rural, que ejerce controles y realiza constantemente operativos en las rutas santiagueñas. Pese al esfuerzo y la inversión del Estado, todavía no ha logrado cambiar la realidad. Los accidentes, como consecuencia de animales sueltos en las rutas, continúan, y es por la irresponsabilidad de los propietarios de los animales, que pese a las fuertes multas, hasta el secuestro de su ganado, no tienen conciencia y son los que sus animales, sin cuidado invadan las rutas santiagueñas.

Esta  problemática, en reiteradas oportunidades, fue publicada por El municipal Web, reflejando mediante estadísticas, los casos de muertes provocado en accidentes ocurridos en las rutas del norte provincial.

La Ruta Nacional 16, correspondiente al tramo Pampa de los Guanacos-Urutaú, en los últimos cinco años el número de víctimas fatales fue de 17 personas fallecidas. Por su parte, en la Ruta Provincial Nº 92, tramo Campo Gallo-Monte Quemado, ocho personas fallecidas, Ruta Provincial N° 4,  en el primer tramo Nueva Esperanza –Quebracho Coto, 7 víctimas fatales.

A su vez, en Nueva Esperanza-Santo Domingo y Nueva Esperanza-El Mojón, esta ruta tiene el más alto promedio de accidentes fatales con 23 muertos, en su mayoría jóvenes motociclistas, que perdieron la vida impactando sus rodados menores con caballos o mulas, que con frecuencia se los ve pastar en cuadrillas junto a las rutas. Los antecedentes sobran para enumerar la cronología de accidentes que por esta causa se han registrado a lo largo de la historia en esta parte de la provincia.

Pero lo cierto y concreto es que a pesar de las exposiciones públicas de la problemática, y a las noticias de los diarios que reflejan de accidentes fatales protagonizado por animales en las carreteras. Para el criador, dueño de los animales, nada ha cambiado, y en ese sentido, la presencia de animales en rutas pese a los esfuerzos del grupo especial de la Policía de la Provincia, que recorre y a diario procede a secuestrar animales, la presencia de las bestias en la cinta asfáltica continúa y suelen tomar desprevenidos a conductores que se quedan sin reacción y protagonizan espectaculares accidentes que muchas veces terminan en tragedia.