Frente a la propagación del coronavirus, las tareas de control y vigilancia social otorgadas a la municipalidad y las  fuerzas de seguridad provocan reiteradas denuncias de abusos de poder y expresan que hay un sector de las fuerzas de seguridad que utilizan la represión como herramienta disciplinaria.

Maximiliano, vinculado a una radio local, expresó: “Desde mi lugar nunca había visto tan desierta la ciudad de Monte Quemado como en estos últimos días, donde se escucha que recorren las calles los móviles policiales con las temidas sirenas, encabezadas por una camioneta blanca de la municipalidad y la gente, lejos de sentirse cuidada se siente insegura, con miedo, expuesta a que se le fabriquen causas, de ser golpeada por caprichos de la familia gobernante mediante el accionar de un jefe policial efectivamente ligado al poder político”.  

Todos tratan de no encontrarse con la camioneta Hilux blanca, vehículo en el que se traslada un oficial de la policía con jerarquía y mando, quien en lo afectivo se encuentra estrechamente vinculado al poder político y es el principal sospechoso de las arbitrariedades que los vecinos denuncian en las redes sociales por hechos de abusos de autoridad que  ocurrirían en los barrios pobres de la ciudad cabecera del departamento Copo.

Hasta ayer fueron más de 35 personas que supuestamente incumplieron la cuarentena, y en algunos casos los familiares denuncian que las aprensiones se las realiza con un nivel de violencia policial, terminando con contusiones, golpes y heridas de consideración, como es el caso del joven Chávez que muestra la foto.

Los vecinos expresan, “estamos seguros que los policías no son todos malos, y entre estos, familiares de Jorge Chavez, detenido, golpeado y herido, se pregunta: ¿quién nos cuida  en Monte Quemado,  de ese minúsculo grupo de policías, que no responden a los mandos naturales de la fuerza, sino que son obedientes al poder político que discrimina y selecciona para hacer cumplir normas”.

En ese sentido, hay denuncias que señalan que la municipalidad activa el protocolo sanitario de acuerdo a la identificación económica del trasgresor, y a veces otorga privilegios atendiendo influencias de la política, del status social, de lo económico, y que lo hacen en una ciudad con alma de pueblo donde todo se sabe. “Pasa como en todas partes, ocurre con los pobres que siempre se llevan la peor parte”, señalan.

Esto es muy claro, y si quieren poner orden solo hay que salir a la calle y ver qué comercios están abiertos e incluso fuera del horario estipulado por las disposiciones del Gobierno Provincial y Nacional. Basta con preguntar a los que en nombre de la emergencia sanitaria secuestraron las motos, dejando a pie a cientos de trabajadores con el único objetivo que es recaudar.

Carla, del barrio El Porvenir denunció que sufrió hostigamiento policial en su vivienda y que en minutos, le fabricaron una causa para inmovilizarla.

Son muchos los casos denunciados mediante testimonios,  videos y documentos. Hoy elegimos el caso más reciente, el ocurrido hace apenas horas con la vecina del barrio El Porvenir, Carla Yudi Vera, quien desde su casa —cumpliendo con la cuarentena— envió a la redacción de El Municipal Web un documento que mostramos en esta nota.