En el barrio Alomo de la ciudad de Quimilí, departamento Moreno, se iniciaron los trabajos de construcción de los desagües cloacales; obra que contribuirá al saneamiento ambiental y mejorará la salubridad de la población. 

Durante toda la semana agentes, máquinas y camiones iniciaron los trabajos de esta importante obra que tiende a elevar la calidad de vida de los vecinos de la norteña y progresista ciudad, “Capital de la Ganadería Santiagueña”.

Cabe destacar que el proyecto y gestiones realizadas por el intendente Omar Fantoni, con el apoyo del Gobierno de la provincia a través del Ministerio de Producción, ha llegado a  feliz término con la aprobación del proyecto por parte de técnicos y funcionarios del Gobierno nacional, por lo que la obra se encuentra en plena ejecución con el financiamiento de la Secretaria de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación, en el marco del Plan Belgrano.

Según informaron las autoridades del municipio, la obra de los desagües cloacales está previsto desarrollarse en un plazo previsto 18 a 24 meses, a la vez que las autoridades municipales solicitaron a los vecinos de la ciudad paciencia y colaboración para que se ejecute la  obra, la cual tendrá significativa importancia para el medio ambiente y la sanidad de la población.

La trascendencia de la obra

La importancia de la expansión de la red de desagües cloacales radica en la existencia de múltiples externalidades positivas en la calidad de vida de los hogares (especialmente en aquellos de bajos recursos y alta vulnerabilidad), en el desarrollo de los  pueblos y ciudades y en el cuidado del medio ambiente.

El impacto directo y más significativo se concentra en la salud de los habitantes, especialmente de los niños, puesto que las enfermedades de origen hídrico aumentan las tasas de morbilidad y mortalidad infantil, así como también causan problemas de desnutrición. Estas enfermedades pueden ser contagiadas por múltiples vías; ya sea al beber o tener contacto con agua contaminada, como así también mediante la ingesta de alimentos regados con aguas servidas, y falta de higiene personal (lavado de manos) y de los alimentos. Asimismo, se consideran las enfermedades transmitidas por vectores proliferados en el agua (dengue por ejemplo) y los trastornos ocasionados por la presencia de determinadas sustancias como nitratos, cadmio, mercurio, arsénico y plomo.