Los cumpleaños sirven para las evaluaciones y es oportuno recordar el pasado, para valorar el presente, sin perder de vista el futuro.

El pasado nos devela la Villa Nueva Esperanza no hace muchos años, fue eso. Nada más que una villa aislada, olvidada, que había nacido de un asentamiento en las cercanías del Río Horcones, y como el origen de su nombre, se formó esperanzada al pie de la Ruta Provincial N° 4 que en ese lugar empalma con la Ruta Provincial N° 176.

Recuerdan que la población para entonces se perdió en los confines de un vasto y olvidado territorio provincial. Cuentan los mayores, que antes la gente subsistía, hachando lo que había quedado de los montes, que en décadas pasadas fue el saldo que dejó la irracional explotación forestal y que hasta el año 1.950 no habían trascendido como pueblo.

Empero esa historia, de montes y hombres explotados, quedó en esa villa de un tiempo no muy lejano donde a la gente sobrevivió sin agua, sin luz ni caminos. Hoy en este cumpleaños 28 de la ciudad, actividad que se quedó en la memoria o en el retrato de fotos amarillentas, que todavía guardan las abuelas y los abuelos de las últimas generaciones, de las primeras familias que poblaron ese lugar que antes fue la Villa y hoy, gracias al esfuerzo de sus habitantes, hoy se convirtió en la próspera ciudad de Nueva Esperanza cabecera del departamento Pellegrini.

Hoy los vecinos sin dejar de sentir los efectos de las políticas económicas devastadoras implementadas por el gobierno nacional, estuvieron de fiesta en el 28 aniversario institucional y pese a la crisis, se mostraron contentos y dijeron por todo lo que pasa en la provincia y por todo lo realizado por el gobierno municipal a cargo del intendente Hugo Ramón Guerrero.

También es cierto Nueva Esperanza en estos últimos años hubo cambios profundos. Su principal capital fue la actividad del minifundio con familias dedicadas a la agricultura y la ganadería en menor escala, para luego en los años 90 llegar a las inversiones que se instalaron en el interior del departamento construyeron infraestructura (armando campos) al servicio de las grandes explotaciones agrícolas ganaderas, actividad productiva que sorprende por estos años a la ciudad en pleno proceso de crecimiento y desarrollo, cuando le otorga a la ciudad la posibilidad de convertirla en el centro comercial y urbano más importante de la región. 

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El actual gobierno municipal que nada improvisa, donde todo se planifica, proyecta, gestiona y pese a los difíciles tiempos de la economía, tiene claro el rol que le toca jugar a la Municipalidad de cara al futuro y lo que pareciera intrascendente, cuando arregla y enripia los caminos rurales no solo está elevando la calidad de vida de los que viven en las localidades y parajes del interior, sino que también son pequeñas obras de infraestructura para que el campo, razón de la micro y la macro economía, pueda llegar a la ciudad sin dificultades con la producción y por la demanda de servicios.

El intendente Hugo Ramón Guerrero, de perfil bajo pero decidido a la hora de ejecutar, asumió en octubre del año pasado y a pesar del poco tiempo de gestión ya tiene un reconocimiento, con obras de mejoramiento de calles y caminos del interior, ampliación de alumbrados públicos, administrando la comuna con austeridad donde el fruto del orden y la transparencia cristalizan su gestión de gobierno y en estos tiempos difíciles, le permite a la comuna llevar adelante esta política social que se transforma en ayuda social hacia los más vulnerables de la ciudad.