Por estos días pareciera, que el síndrome del Matadero de la Municipalidad de Monte Quemado desconcentra la grave crisis económica que aprieta a los habitantes del país, y más aun  a los copeños que sobreviven de una economía de supervivencia.

No está mal el debate, es justo y necesario empero será positivo reclamando  desde el  conocimiento  y no desde una mezquina improvisación, que más pareciera responder a confundir mediante chicanas políticas que a la imperiosa necesidad de resolver un problema sanitario que aflige y compromete la salud de todos los habitantes de la ciudad.

Para poder comprender en su dimensión el tema abordar  es necesario recordar que en los países en vías de desarrollo, las descargas orgánicas provenientes de la actividad de los mataderos generan altos niveles de contaminación en importantes porciones del medio ambiente.

Esta situación es especialmente difícil en los municipios como es el de la Municipalidad de Monte Quemado, donde las limitaciones técnicas y económicas no permiten poner en funcionamiento medidas de manejo ambiental complejas que solucionen el problema de forma definitiva.

Sin embargo, la implementación de medidas preventivas simples y poco costosas -como el manejo ambientalmente sano de los residuos orgánicos- hace viable abordar el problema de forma eficiente en cuanto a requerimientos y resultados, al exigir pocos recursos y generar valor agregado a los residuos manejados.  Eso quiere decir que quienes administran y tienen responsabilidad de administrar el matadero, dentro de las limitaciones hacen lo posible por guardar la sanidad, que es lo que se controlaba en tiempos recientes pasado.

Por estos días pareciera que en el matadero reina el descontrol , no solo que ingresan extrañamente  animales en camión de caja brindada , sino que no se tiene en cuenta el mas mínimo control de la higiene y como consecuencia de ello, la comunidad  vienen exigiendo que se establezcan prácticas y procesos que protejan la transparencia , los recursos naturales  el medio ambiente,  y aseguren una  sanidad a la población que es la que consume el producto cárnico, en la  oferta de bienes de consumo limpios para las presentes y  futuras generaciones.

En este sentido, la gestión ambiental está referida a los procesos, mecanismos, acciones y medidas de control involucradas, con el propósito de establecer compromisos de la administración en el uso sostenible de los recursos naturales y humanos, en la obtención de productos y los subproductos de óptima calidad y en el manejo eficiente de los residuos.

Se estima que los mataderos de las clases III y IV -y más pequeñas impactan sanitaria y ambientalmente a más de 70% de la población. Sin embargo, las actuales condiciones socioeconómicas y  presupuestales de los municipios donde se ubica la mayor parte de plantas de sacrificio mencionadas, no permiten acceder con facilidad a mataderos de un primer nivel, como el que se en la ciudad de Monte  Quemado se encuentra en construcción.

En realidad  esta obra del Matadero responde  a un corajudo emprendimiento del ex intendente Carlos Hazán, quien después de golpear puertas sin éxito, pidiendo financiamiento, viendo la necesidad, decidió iniciar la misma con fondos propios de la municipalidad.

Es decir, contrario a lo que desde la politiquería barata se dice la obra nunca  tuvo presupuesto asignado, no fue licitada, ni se la adjudicó a empresa alguna, se la fue construyendo, por etapas con mano y esfuerzo de los municipales y el  excedentes de fondos  del propio municipio   y en esta última etapa  el gobierno de la provincia aporto  tres  algunos subsidios, que no fueron importantes y la obra quedo inconclusa faltando  su última etapa.

Está claro y documentado, en entrevistas radiales cuando el mismo y actual  Secretarios  de Planeamiento  Urbano el Ingeniero Sergio Schavon, informo que  con el proyecto del matadero buscaron el financiamiento de la obra en el gobierno de la Nación, de la Provincia y no lo consiguieron.

La realidad actual nos dice que las nuevas autoridades no gestionaron los fondos para concluir la obra, la que se encuentra ´prácticamente abandonada, poniéndole distancia, al grave problema  ambiental y de salubridad que desde hace ya varios ´años presenta  el establecimiento, donde se faena, incumpliendo reglas básicas elementales que comprometen, el medio ambiente, la sanidad y que se agrava cuando la carne se la traslada en un carro sin debido  cuidado a la contaminación del medio ambiente y la salubridad del consumidor final.