Por Tony Villavicencio.- Si cualquier foráneo llegara de imprevisto a la ciudad de Monte Quemado y pasara por las localidades de El Caburé, Los Pirpintos y Los Tigres advertirían que por las inundaciones, hay familias que están sufriendo y necesitan ayuda. Volvió a llover en la mañana de ayer 70 milímetros, en la cabecera del departamento Copo y 120 en las poblaciones vecinas, complicando aún más la situación de los habitantes de la región.

Nuevamente la lluvia

En la tarde-noche del lunes y la madrugada de ayer volvió a llover en la ciudad, lo suficiente para inundar los barrios 12 de Octubre, Belgrano, los fondos del Virgen de Carballo, Triángulo y El Porvenir. La masa liquida ingresó a muchas viviendas, por lo que hubo familias que amanecieron con el agua en los dormitorios, por lo que en la ciudad cabecera del departamento hubo gente que amaneció de pie.

Entre otros, el caso de una señora mayor del barrio 12 de Octubre, que vive sola. Se bajó de la cama y se dio cuenta que estaba con 20 centímetros de agua dentro de su casa. No se sabe cuántas familias están afectadas, la municipalidad brilló por su ausencia y hubo relevamiento de los daños, pero son más de 20 las familias a las que le ingresó el agua a su casa y en los asentamientos, no son pocas las que sufrieron filtraciones de techos. Y todos los afectados por el temporal se las están arreglando como pueden.

También hay que decirlo. En Monte Quemado, cada vez que llueve, el 30% de la ciudad sufre las consecuencias de una crónica inundación y hay calles donde se estancan hasta 50 centímetros de agua, con espejos de hasta 300 metros de cordón a cordón.

“Sin ánimo de diferencias absurdas, las gestiones del Gobierno pasado, al menos nos desagotaba con camiones tanques, medida que se suspendió desde que asumieron las actuales autoridades municipales, las que literalmente se desentienden de la grave problemática que sufre la gente de estos barrios”, expresó una calificada profesora y vecina de uno de los sectores afectados de la ciudad.

Por su parte José y su mujer María, del barrio 12 de Octubre, cuentan que hace más de dos semanas que tienen el agua estacionada en la calle frente de su vivienda, que no sube, pero tampoco baja y el olor a podrido se siente con fuerza y que con la lluvia de anoche ingresó el agua podrida a su casa, a la vez que informaron que se complicó la situación para algunos de los vecinos que viven en la parte más baja del barrio y no hubo nadie que se arrime a verlos.

Vecinos enojados

Los vecinos inundados, enojados, reclaman a las autoridades de la municipalidad de Monte Quemado una solución a un mal crónico. “Al menos que las autoridades nos ayuden o se interesen de nuestro sufrimiento. Nos duele, y lo votamos (a Osvaldo Castillo) y vemos que la indiferencia es más fuerte, se esconden, expresó Patricia del barrio Belgrano.

La inacción del municipio de Monte Quemado es objeto de durísimas críticas. Los vecinos descargan su bronca por las redes sociales o los grupos de WhatsApp. Está claro, por lo repetitivo de lo que expresa la gente, que los funcionarios no los escuchan cuando en la municipalidad reclaman, “nos atienden el teléfono y no nos reciben cuando, en la desesperación, les golpean la puerta de sus domicilios y se esconden”, se puede leer en las redes sociales.

FOL se solidariza

Al respecto, una dirigente del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) de Los Tigres, en un audio se la escucha decir “No sé qué pasa con el intendente Castillo; con su hija, la secretaria de Gobierno; su otro hijo, el secretario de Obras Públicas, no se los ve. Cuando los llamamos, no atienden, se los busca y no se los ubica en sus domicilio, pareciera que son los únicos que no están enterados que la gente está inundada y la están pasando muy mal. No sólo en Monte Quemado, sino en los pueblos vecinos. Hoy es un día feriado, no hay nadie en la municipalidad, ni tampoco se hizo el acto de Malvinas y no se lo encuentra al intendente por ningún lado”, se escucha en el audio que dejó grabado en el grupo de WhatsApp denominado “El Diario de Monte Quemado”, donde se reiteran las quejas.

Cabe destacar y hay que reconocer que los integrantes de FOL despliegan una solidaria acción, pidiendo por las redes sociales emisoras de radio, donaciones a las que luego hacen llegar a los inundados, no sólo de Monte Quemado, sino también de la localidad de El Caburé y Los Tigres, poblaciones donde la situación en la madrugada de ayer se agravó, ya que volvió a llover 120 milímetros y las autoridades de la Comisión Municipal trabajan codo a codo y piden ayuda con víveres, ya que la situación obligó a los vecinos de estos pueblos a cocinar en ollas comunitarias, porque muchos se quedaron sin nada.

Defensa Civil

Ayer, Defensa Civil estuvo en las poblaciones afectadas, dicen que fue poca la ayuda. “La gente está enojada porque no son pocas las familias que no recibieron ayuda, a pesar de que prácticamente se quedaron sin nada”, se escuchó decir a una docente que enseña en una escuela del lugar de El Caburé.

“Vemos que hay ayuda en otras partes, pero nosotros no recibimos nada. Todos estamos mal, en El Caburé, pero está bien si hay otros que están peor y quizás se prioriza”, relata Rosa que comentó con El Municipal que se tuvo que mudar de manera provisoria a lo de un vecino y que en su casa perdió hasta los recuerdos de las fotos, subiendo muebles arriba de las mesas.

El Caburé, Los Tigres y Los Pirpintos

En sectores de El Caburé, Los Tigres y Los Pirpintos, departamento Copo, llovió en tres días lo que llueve en un año y hay sectores que llevan varios días con el agua por los tobillos. Algunos duermen en los techos, mientras que en las salas de Primeros Auxilios en el Hospital de Los Pirpintos, no hay remedios y la gente está expuesta a enfermedades y también a las alimañas, pero lo más grave son los pozos negros de las viviendas de los barrios, que se colmataron y el excremento humano comenzó a florecer y nadar por las calles.

Lluvias históricas

“La última inundación en El Caburé, Los Pirpintos y Los Tigres fue en 1986, llovió 140 milímetros”, cuenta Mabel, una señora de 75 años, la que a su comentario agregó que “esto que pasó en estos días es histórico”, a la vez que se acomodaba en una silla a la que no se le ven las patas, y dijo que esperaba que el paso del tiempo le devuelva la vida que tenía siempre, en clara alusión al sol, que en la tarde del martes pegó con fuerza, empezando a evaporar la humedad de tanta lluvia caída.

Entrevista al comisionado

El Municipal Web fue en busca del comisionado municipal de El Caburé, Víctor Hugo Barrionuevo, quien dijo que “la situación es muy comprometida, hay familias que perdieron sus cosas, principalmente ropas de cama, colchones y cuando vino personal de Defensa Civil, se hizo un relevamiento y se dio alguna ayuda , pero ayer a la mañana volvió a llover otros 120 milímetros, superando los 350 en dos días y la situación se nos complicó y ahora estamos teniendo problemas, principalmente con gente que se quedó sin víveres”.

Cuando se le preguntó si las autoridades de la Municipalidad de Monte Quemado se interesaron por lo mal que están pasando los vecinos de El Caburé y Los Tigres y si recibió alguna ayuda, señaló que “nos respondió, pero nos contestó con un gesto que a buen entendedor pocas palabras”.

En el rostro del comisionado se notaba los prácticamente tres días sin dormir, su vivienda también sufrió los efectos desbastadores del agua, y como en todos los hogares inundados, el rancio olor de los hongos de la humedad, calentado por el solcito del martes a la tarde comenzó a picar las fosas nasales.

Las llamadas telefónicas no lo dejan a Barrionuevo, todas son urgentes. Vecinos que piden ayuda, la situación se percibe asfixiante y en realidad es admirable la respuesta y la paciencia del funcionario, quien cuando parecía nos podía responder a la entrevista, llegó la noticia: en Las Lomitas, un paraje distante a 25 kilómetros monte adentro, sobre los límites del Parque Nacional Copo, se encontraban aisladas y sin víveres 12 familias, con una población importante de niños. Barrionuevo se disculpó, cargo mercadería, subió arriba de un tractor y emprendió viaje a ese lugar, donde nos informaron que los habitantes ocupan precarios ranchos y sobreviven prácticamente en estado de supervivencia.