No se puede más. En el casco céntrico de la ciudad de Monte Quemado, Quimilí, Nueva Esperanza y Campo Gallo, son numerosos los comercios de los distintos rubros que no abrieron sus puertas. La situación más que preocupante, es desesperante.

Un local de venta de ropa señaló que “estamos en principios de mes, ya con toda la ropa de primavera- verano, es decir, con la nueva colección, con los mismos precios de la semana pasada. Nosotros necesitamos vender, estamos a la altura del mes donde tenemos los vencimientos de los servicios de luz, agua, alquileres, haberes mensuales del personal y los impuestos municipales, entonces necesitamos recaudar, pero la verdad es que estamos en un momento complicado. La gente perdió la capacidad del consumo, y ya no compra ropa y se viste comprando en las ferias ropa usada”, expresaron comerciantes de Quimilí.

Por su parte, en la ciudad de Monte Quemado, en estos últimos días cerraron 12 negocios sobre avenida 25 de Mayo, se pueden observar los locales clausurados en una suerte de desolación, por efecto del vaciamiento comercial, que no sólo se observa en el sector céntrico, sino también antiguas familias de almaceneros optaron por hacer un alto en la actividad comercial de toda la vida.

Cuando consultamos en donde, en otros tiempos, fue la despensa de Sofanor Ledesma, un viejo almacenero del barrio, respondió que “por culpa de este Gobierno hijo de p…, muchos clientes se quedaron sin trabajo, en los aserraderos no tienen, ni me pueden pagar la cuenta, y yo hace tres meses que no puedo pagar el alquiler del local, ya debo dos meses de luz, las ventas se frenaron, la gente no gasta porque cuida, no tiene ni para comer, por lo que para evitar seguir endeudándome decidí cerrar el negocio que lo heredé de mis padres, nunca se vio en el país una crisis tan cruel como ésta”, acotando que “yo que aporté toda mi vida, no me puedo jubilar, ahora a los 60 años, soy otro desocupado, esperando que mis hijos me alcancen un plato de comida”, expresó el hombre, sin ocultar su impotencia.

Por su parte, El Municipal Web, al caminar por negocios de Quimilí y Nueva Esperanza, ciudades más modernas y especulativas, al hablar de la demanda, los comerciantes indicaron que la gente no está saliendo porque está esperando, porque hay incertidumbre total, no solamente entre los clientes sino también en el sector y reconocieron que hay comercios que no están exhibiendo los precios.

Al respecto, indicaron que en el caso de tiendas hay algunos precios exhibidos, que son los mismos de la semana pasada”, y a la vez anunciaron que el tema de la financiación está “un poco complicado”, porque “no sabemos lo que va a ocurrir, el dólar tuvo una corrida importante, suponemos que no va a seguir subiendo, nosotros suponemos una cosa y al otro día amanecemos con otras”, alertaron los comerciantes de Quimilí y de Nueva Esperanza.

Financiación

En Quimilí; Monte Quemado y Nueva Esperanza, comercios que trabajan con tarjetas de crédito y financiaciones comentaron que “están prácticamente cerradas” porque quien está financiando va a tener que poner intereses muy altos, porque lo que han subido las tasas van de la mano con las retenciones de las tarjetas de crédito; en caso nuestro, entre cobrar unos intereses muy altos, la mayoría de los comercios que trabajaban con el crédito han decidido no financiar”.

Proveedores

Por último, al referirse a la compra de mercadería y si los proveedores les cumplen con el envío de los pedidos, los comerciantes de las cuatro ciudades del norte grande coincidieron que, en el caso de los comestibles, los supermercados y almacenes no tienen problemas con los proveedores, pero si hay una permanente comunicación, nos van indicando la actualización de precios y eso sucede porque las mercaderías son contra remesas, se deja abierta la boleta y recién se pone el precio del pedido, al momento de hacer efectivo el pago de ese envío.

Por su parte, en otros rubros como tiendas, electrónica, las compras a proveedores se hacen de contado y todo funciona a precio dólar. Lo que pasa es que, en el caso de las tiendas, la ropa la encargan según la temporada y al momento de recibir el comerciante la mercadería, la tiene que pagar al precio del momento y el trabajador debe estar atento para poder actualizar en forma permanente los precios que ofrece en la vidriera, lo que le permite tener un mayor control en lo que respecta a los riesgos del mercado. Por su parte, los que se dedican a la venta de aparatos electrónicos, funcionan mirando los carteles de la cotización del dólar.

Lo cierto y concreto es que la crisis económica en el país tocó fondo, y sus consecuencias sociales, en ciudades como Monte Quemado, son impredecibles.