Las ciudades y pueblos del interior de la provincia, ocupados en las elecciones de mañana, aún no se han percatado que la crisis económica día a día se profundiza y pareciera no tener fondo.

Suben las naftas y por estos días se suma al combo de incrementos, que impactan directamente en la mayoría de los artículos para el consumidor final, cuando la medida de las petroleras impacta directamente en la mayoría de los artículos.

Las familias ven con preocupación esta situación y desde el empresariado alertan que ya no podrán sostenerse en el tiempo. El nuevo incremento en los combustibles, registrado en la última semana, se suma a los ya aplicados por las estaciones de servicio a principios del mes.

Los precios superaron la barrera de los $ 40 en las naftas Premium, y por encima de los $37 la súper. Esta situación genera una constante preocupación en aquellos comercios que dependen de la logística de traslado, por lo que aseguran que los proveedores ya no pueden absorber y trasladarán estos costos a los clientes.

Transporte

“Es preocupante la situación, porque cada vez que hay que cargar combustible nos encontramos que hay una nueva suba y esto hoy día desilusiona, ya no se puede sostener más la situación en este país, ya no se puede vivir. Ni el que produce, ni el que consume. Estamos en el país muy mal, y si la crisis no se nota es porque estamos en plena campaña política y la gente está muy entretenida”, expresó José Lus Santillán, un comerciante de la ciudad de Quimilí.

A su vez desde los supermercados chinos, que trabajan en Monte Quemado, Nueva Esperanza y Quimilí, se alertó en este sentido diciendo, que estos aumentos inciden directamente en el empresariado y en el consumo, el cual viene bajando preocupantemente durante los últimos meses. “Hay rubros que se verán más afectados que otros, sobre todo aquellos comercios que dependen directamente de los fletes para que lleguen sus productos”, mencionaron los empleadores, señaland que “si se aplican los aumentos del 15% en el combustible hasta fin de año que se anunciaron, hay comercios que desaparecerán, porque el consumo es muy bajo y el consumidor pierde día a día su poder adquisitivo”.

Trabajar a pérdida

Por su parte, aseguran los comerciantes de Campo Gallo y Monte Quemado que el comerciante ya no puede seguir absorbiendo incrementos, porque ya se está al límite de trabajar a pérdidas. “Todos los recargos de la carga tributaria, aumentos y obligaciones por parte del Estado generan una mochila imposible de llevar para los comerciantes y se hace cada vez más duro. Por ello todos los aumentos que lleguen, serán seguramente trasladados a los precios para el consumidor”, coincidieron los comerciantes.

En los últimos dos meses, las ventas en los comercios de Monte Quemado, Campo Gallo, Quimilí y Nueva Esperanza cayeron en un 30% en comparación con el último año y consideran que esta situación se da “porque la gente va perdiendo el poder adquisitivo y ya prioriza dónde gastar los pocos pesos, expresaron.

Ajustes

A toda esta incertidumbre, que es propia de toda crisis que se profundiza, ya se habla de que hay supermercados del Norte Grande que comenzaron a hacer ajustes de personal, con cesantías y la situación es desesperante.

Todo indica que hacia fin de año, la problemática se irá agravando aún más, en todo Santiago del Estero, pasadas las elecciones, se sentirá seguramente los duros efectos de una crisis económica que afecta a todos y que pareciera no tener fondo.