El jueves se cumplirán 9 días del fallecimiento de Lázaro Orellana, comisionado municipal de la localidad de Santo Domingo. Su partida fue un duro golpe a los pobladores de todo el departamento Pellegrini y sus alrededores, quienes lamentan la pérdida de quien era reconocido como una persona solidaria, noble y comprometida con su comunidad.

Lázaro, como lo decían, con su hijo Franco formaban un perfecto y sincronizado equipo de trabajo. Franco, un joven responsable de múltiples oficios, con una voluntad de trabajo admirable, demostrando el mismo camino de su padre, y hoy la población lo pide para que continúe el corto tramo de mandato.

Para todos se fue un dirigente ejemplar, una persona noble que se ganó el cariño de todos sus vecinos y siempre trabajo políticamente por el bienestar y el desarrollo de las poblaciones, sin importar las banderías partidarias.

En las redes sociales hubo innumerables muestras de dolor por el fallecimiento del jefe comunal, quien murió a causa del covid-19.

De igual manera hubo mensajes que llegaron del gobernador, Dr. Gerardo Zamora; del intendente de la ciudad de Nueva Esperanza, Hugo Ramón Guerrero; los comisionados de El Mojón, Mario Verón; de Rapelli, Evangelina Aranda; de Ahí Veremos, Carlos Pereyra; de Pozo Betbeder, Saúl Medina; de San José de Boquerón, Juan Mansilla y de Villa Matoque, Graciela Palomo.