La comisión municipal de la localidad de Villa Matoque, departamento Copo, personal de salud, agentes sanitarios y enfermeros de la Dirección de vectores del Ministerio de Salud, trabajan en prevención de la enfermedad del Chagas.

En efecto, la comisionada Graciela Palomo informó que dio comienzo la actividad serológica sobre la enfermedad del Chagas en las localidades de Rumi Pozo, El Bagual, Cruz Bajada, San Antonio, El Ranchillo, El Porvenir y Mistolito con el objetivo de confirmar o detectar niños positivos.

La serología se la realiza a niños desde 10 meses a 16 años, ya que son ellos, en caso de resultar positivos, quienes podrán recibir tratamiento médico gratuito. 

La jefa comunal se mostró satisfecha por el trabajo que despliega el personal sanitario, con el apoyo de la comisión municipal a su cargo y adelantó que el operativo se extenderá hacia todo el distrito, en el marco de las políticas sanitarias que se han impuesto desde el gobierno nacional y provincial.

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El flagelo del Chagas y su  historia

En 1909, el epidemiólogo brasileño Carlos Chagas describió la enfermedad que probablemente acabó con la vida de Charles Darwin unos años antes y descubrió que era transmitida por un parásito (al que llamó Trypansoma cruzi) presente en el intestino de las “vinchucas” (insectos triatominos). Desde entonces se han logrado avances científicos, médicos y políticos para mejorar el control del vector y el tratamiento de la enfermedad de Chagas. Sin embargo, a pesar de que actualmente hay alrededor de 25 millones de personas en riesgo y más de 6 millones de personas infectadas, el Chagas ha sido, y sigue siendo, una enfermedad silenciosa y silenciada. Silenciosa por la ausencia de síntomas específicos en el momento de la infección y por el tiempo transcurrido antes del desarrollo de alteraciones cardiológicas en un 30% de los pacientes crónicos. Silenciada porque es una enfermedad cuya transmisión se asocia a la pobreza y cuya verdadera magnitud, en pleno siglo XXI, todavía se desconoce.

Ruta de transmisión: vectorial (por la picadura de triatominos, también conocidos como vinchucas o chinches besuconas, o la contaminación de alimentos o bebidas con las heces de los mismos); de madres a hijos durante el embarazo; a través de la donación de sangre y órganos.

Síntomas: La enfermedad tiene una fase aguda, que frecuentemente pasa desapercibida porque los síntomas son leves y comunes con otras enfermedades, seguida de una fase de infección crónica. Al cabo de 10 a 30 años, alrededor del 40% de pacientes crónicos acaba desarrollando lesiones cardiacas y digestivas irreversibles y potencialmente letales.

La buena noticia es que, aunque no hay vacuna, el Chagas se puede tratar. La mala noticia es que, al día de hoy, sólo 1% de los pacientes con Chagas tiene acceso al tratamiento. Con ocasión del Día Mundial de Chagas, que se celebra el 14 de abril, la Coalición Global de la Enfermedad de Chagas ha preparado el informe "Rompiendo el silencio. Una oportunidad para los pacientes de Chagas", que aboga por acelerar los esfuerzos para aumentar el acceso al diagnóstico y al tratamiento de la enfermedad.