El Dr. Nelson Zamudio se acogió a la jubilación después de haber ejercido largos años en el hospital de San José el Boquerón, departamento Copo.

Se desempeñó en un lugar donde la pobreza es igual a enfermedad, a la que hizo frente con sabiduría, con valor, sin  tecnología y supo ganar y también perder en la lucha a favor de la vida.

El comisionado Municipal Juan Mansilla, desde la Comuna y en nombre del pueblo que gobierna, dio las gracias al galeno por estar siempre pendiente de la salud de todos y le deseo una feliz jubilación  en un sencillo homenaje bajo el slogan, “las cosas no valen el tiempo que duran, sino la gran huella que dejan”.

En su lugar asumió la directora interventora del hospital de Tránsito local, Dra. Rossana Roldán, quien agradeció la presencia y el acompañamiento —en el acto— de autoridades de las comisiones municipales de esta región, junto al personal que presta funciones en el lugar para resguardar la salud de la comunidad.

La sociedad de esta parte del departamento Copo ofreció su reconocimiento al Dr. Zamudio, un médico que dedicó su juventud y sus mejores años de vida a cuidar la salud de la población.

Una vida dedicada a los demás

Quizá no se le dedica largas crónicas ni se le rinde ese merecido homenaje porque, tal vez, el médico es el único que ve al hombre en su verdad, sin adornos, con su grandeza y especialmente con su miseria...

Es verdad que habrá voces que se alcen contra el gigantismo o las deficiencias de los hospitales, contra la deshumanización...Pero son esas mismas voces las que en un momento determinado llegaron hasta el médico, ya con un punto de humildad y le dijeron: “mire doctor, tengo aquí no sé qué...me duele…”.

En San José del  Boquerón, el Dr. Nelson Zamudio transitó una vida de entrega y dedicación, y esas vocecitas de dolor pidiendo ayuda jamás se irán de los oídos. Sufrió al ver cómo se marchaban muchas personas, pero también ayudó nacer nuevos niños que son la alegría del pueblo.

Las consultas médicas en los pueblos rurales que sufren el aislamiento y la falta de recursos hasta para salvar vidas, son algo más que un sitio donde contamos los problemas del cuerpo esperando una solución que nos cure o nos alivie, son también sitios en los que contamos las cosas del alma, esas que a veces no nos atrevemos a decir en casa por no alarmar o no causar preocupación. Por eso el médico y la enfermera de cabecera son conocedores discretos de las angustias de nuestro corazón.

Dr.  Nelson Zamudio, El Municipal Web lo saluda y le desea un merecido descanso en su despedida de la función pública.

“Las cosas no valen el tiempo que duran, sino la gran huella que dejan".