La guardia comunitaria de los aborígenes Wichis “custodia” y recorre los límites interprovinciales, evitando que los santiagueños ingresen con sus tractores al territorio del Chaco para cargar la madera explotada en el impenetrable.

Según medios chaqueños, la zona de operaciones de lo que es una fuerza paramilitar policial, abarca a las localidades de Miraflores, Nueva Pompeya, Tartajal y El Sauzalito, y marca una continua presencia con operativos en la picada de Olmos, en los límites con territorio de Santiago del Estero

Esta fobia contra los productores santiagueños, comienza a partir del decreto firmado por el gobernador Domingo Peppo, en el que derogó los permisos de desmonte de bosques nativos. En una oportunidad Greenpeace, denunció que en el departamento de Almirante Brown en los límites con Santiago, se observa el movimiento de lo que es una explotación irracional de los montes del Chaco, y es el territorio al que la comunidad Wichi argumenta defender, por haber sido declarado territorio aborigen.

Cabe destacar, que por medio del monitoreo de imágenes satelitales, la organización ambientalista detectó desmontes en la zona y presionó al gobierno del Chaco para que evitara la explotación clandestina y los desmontes. Este caso fue denunciado en diciembre del año pasado, junto a otras zonas explotadas que se encuentran sobre la zona delimitada, como corredores de conservación del Gran Chaco Boreal.

La coordinadora de la campaña de bosques de la ONG, Noemí Cruz, afirmó que “al permitir esta destrucción, el gobierno del Chaco está poniendo en grave peligro al Parque Nacional Copo, de Santiago del Estero que alberga una gran biodiversidad”. Y que "debido al control estricto de la Dirección de Bosques y Parques Nacionales, los productores forestales de Santiago cruzan los límites y promueven la explotación de los montes del impenetrable chaqueño y se llevan la madera chaqueña". 

El desmonte en el Chaco se encuentra en los límites y es parte de la zona de amortiguación del Parque Nacional, donde debe respetarse la no explotación. Además, desde Greenpeace advierten consecuencias para la fauna autóctona como el yaguareté. Quedan menos de 20 ejemplares en la región chaqueña del Chaco Boreal, al igual que el tatú carreta y el oso hormiguero.

El 28 de enero, el gobernador Domingo Peppo, firmó el decreto que derogó los permisos de desmonte sobre bosques nativos y suspendió el procedimiento que reglamenta la actualización del ordenamiento territorial de bosques nativos de la provincia. Greenpeace destacó la medida, pero reclama que aún no fueran cancelados los permisos otorgados y que tampoco se dispuso un plan de reforestación para los desmontes ya ejecutados.