Por Tony Villavicencio.- Los pobladores de las localidades asentadas sobre la ruta 2, en el departamento Copo, camino que en obra reciente fuera enripiado en una distancia de 72 kilómetros, denuncian que hay un tramo de ocho kilómetros que fue abandonado por las empresas constructoras.

“Es incomprensible lo que hicieron las empresas que tenían la responsabilidad de construir el enripiado”, comentan indignados los lugareños y cuentan que el Estado invirtió más de 100 millones de pesos y a la obra la abandonaron, dejando las empresas un tramo de ocho kilómetros, donde amontonaron piedras, realizaron movimientos del suelo y el camino en esa zona prácticamente se encuentra cortado y después de las lluvias, queda por semanas anegado.

Religiosas y docentes

“Han hecho una obra de tontos”, se lo es escucha decir a Aristóbulo Monteros, un viejo conocedor de los caminos del departamento Copo, a la vez que las monjitas, al escucharlo, lo trataron de disculpar diciendo que los pobladores no entienden o no están informados de proyectos, licitaciones, adjudicaciones, presupuestos y mucho menos, de los que siempre reclaman las empresas constructoras, mayores costos.

Agregaron que tal vez está fundado lo que para los pobladores es una actitud irracional de las empresas que tuvieron a su cargo la obra “y es una pena que la hayan abandonado, llevado las maquinas cuando restaba tan poco por terminar”, se lamentaron las religiosas de la congregación peruana Jesús, Verbo y Víctima, de La Candelaria, a la vez que el conductor, demostrando una gran pericia al volante, ayudó a pasar la camioneta cargada en la que se movilizaban las fieles.

Un docente que volvía en su motocicleta de la escuela, que dijo llamarse Raúl, también comentó que “la gente del lugar opina desde su lógica. Haber invertido 100 millones de pesos en 72 kilómetros de una obra de enripiado y dejar inútil la inversión por ocho kilómetros sin concluir, es extraño” y agregó que “las empresas ya se fueron, cargando todas las máquinas, ahora volver a traer la maquinaria les va resultar más caro que los ocho kilómetros de camino que les falta, por eso la gente está preocupada y ve poco probable que esto suceda”, le sumó a la conversación y continuó su viaje en su moto Enduro todo terreno.

Ingeniero maldito

Don "Pancho" González de Villa Matoque, dijo que la obra del enripiado de la ruta 2 le hace recordar al cuento del ingeniero maldito, e indicó que "fue ese ingeniero que construyó un largo camino y no levantó el puente sobre el cauce del río que lo cruzaba, y entonces, todos los que venían del sur o del norte caían al vacío”, a la vez que agregó que "con esa misma maldad, las empresas nos dejaron la trampa de los ocho kilómetros, que todavía, después del esfuerzo que hizo el gobernador en enripiar el camino, seguimos aislados sin saber cómo hacer para salir de este encierro en el que vivimos desde hace años", en clara alusión al aislamiento

Mil quinientas familias

Las poblaciones de Cruz Bajada, San Antonio, El Porvenir, Ranchillo, Villa Matoque, La Candelaria y otras comunidades importantes que permanecen monte adentro de esa vasta región del departamento Copo y que tiene como principal camino la ruta 2, han sobrevivido a la exclusión, confinadas por el aislamiento. Se estima que son unas 1.500 familias, las que por décadas sufrieron y “es largo ponerse a recordar a las parturientas, que por falta de camino, malograron sus hijos, o los enfermos que se fueron de este mundo en las urgencias, sin poder llegar a los centros asistenciales más cercanos, como el de San José del Boquerón o el de Quebrachal en Salta”, expresó Andrés Palavecino, un poblador que vive un poco más allá de Rumí Pozo.

Cabe destacar que el aislamiento en esa parte del extremo norte de la provincia obligó a los pueblos a permanecer con necesidades básicas insatisfechas, propias del siglo pasado, practicando una economía de supervivencia. Producir para consumir. El aislamiento no les permitía comercializar su producción, es por eso que los lugareños, cansados de sufrir, no ocultan su miedo de que la obra del enripiado que los esperanza y los ilusiona con una vida mejor, se pierda en esos ocho kilómetros de tierra removida y piedras amontonadas de una obra pública, de neto contenido social y humano cuando incluye a los que vivieron excluidos por el aislamiento. 

Entrevista a la comisionada

Al respecto, este diario digital entrevistó a la comisionada municipal de Villa Matoque, Graciela Palomo, quien al ser consultada por este camino expresó que “es justo reconocer en estos tiempos difíciles el esfuerzo del gobierno de Gerardo Zamora, por llevar adelante el enripiado de la ruta 2, desde Vinal Suni a Cruz Bajada, nadie puede dudar que la obra tiene un efecto social inclusivo, productivo y económico”.

Y explicó “inclusivo porque el enripiado del camino viene a romper las asimetrías del aislamiento en el que por décadas sobrevivimos las familias de esta parte del norte santiagueño y productivo y económico, porque sin caminos no había alternativa de producir y comercializar la producción de la zona”.

Para continuar diciendo: “Tenemos un sector importante, los pequeños productores agrícolas-ganaderos y mucha gente se dedica a criar las majadas. Cabríos, lanares, cerdos y antes, sin caminos, no ingresaban los compradores, ni mucho menos nuestra gente no tenía cómo llevar su producción a los mercados de la región y entonces, uno se dedicaba a sobrevivir o emigrar y así mucha gente se fue de la zona y los que se quedaron, se quedaron a sufrir y hoy gracias a la optimización de la ruta 2, con la obra del enripiado, no sólo que nos lleva en las urgencias más rápido a los hospitales, sino que nuestra gente tendrá mayores posibilidades de producir y comercializar sus  productos y no dudo que pronto muchas familias van a lograr salir de esa economía de supervivencia en la que se vivió por décadas, y todo fue por culpa del aislamiento, es por eso que la gente de esta parte de la provincia no va olvidar nuca la obra del  gobernador Gerardo Zamora y el Vicegobernador Emilio Neder”.

Quejas de vecinos 

Cuando se le consultó por el tramo de ocho kilómetros sin concluir que denuncian los pobladores de las distintas localidades asentadas sobre la Ruta 2, la comisionada Palomo expresó: “Bueno, es cierto no lo puedo negar, que se presenta dificultades para poder transitar por este tramo de ocho kilómetros, después de los 72 kilómetros que ya se enripiaron y reconozco que la situación es mucho más grave en los días de lluvia, pero de esto ya lo hablamos con el vicegobernador, sabemos que la situación económica está muy difícil, reconocemos en nuestro gobernador Gerardo Zamora al gran estadista que ha demostrado al país su capacidad de gobernar, manteniendo las finanzas de la provincia ordenadas y equilibradas, por lo que no tengo dudas que la obra, cuando esta situación se normalice, pronto va continuar y se va concluir este pequeño tramo que nos queda, que no son nada si tenemos en cuenta que ya están enripiados 72 kilómetros de un total de 80, que tiene el camino desde Vinal Suni a Cruz Bajada”, concluyó.