El curso del Canal de Dios es límite natural de la provincia de Santiago del Estero y Salta, desde Cruz Bajada (Santiago) y del otro lado, del Canal San Miguel (Salta) y desde allí el trazo es límite interprovincial en una extensión de 50 kilómetros, hasta la localidad de Lorena, Salta y Ahí Veremos, departamento Copo.

Al pie del trazado del Canal de Dios hay propiedades privadas y posiciones inmemoriales de pobladores, de un lado y del otro, o vendría a ser de salteños y santiagueños, con toda la carga jurídica que ello representa para las dos provincias, que acordaron y firmaron en años pasados reconociendo que el trazo del Canal de Dios es el límite natural entre las dos provincias, por lo que su modificación de rumbo implicaría directamente en la modificación de los límites territoriales de ambas.

Azud

La construcción del Azud, sobre el cauce del río Salado, es lógico, exige un corrimiento en la bocatoma del canal, para que la nueva toma de la misma naciera en territorio santiagueño, y superar un histórico problema con una propiedad privada de otra provincia de donde la toma del canal nacía en territorio salteño y el sistema del Canal de Dios dependía y estuvo construido en forma precaria en una pata de gallo de 130 bolsas de arena. Desde allí, las crisis hídricas de los pueblos y ciudades del norte santiagueño se repetían a consecuencia de crecientes o bajantes del curso del río Salado.

Pero, volviendo al proyecto original de la toma del canal en construcción, el mismo actualmente tiene un corrimiento de aproximadamente 3000 metros río abajo, que es donde, a la vez, se está construyendo el Azud en territorio santiagueño, en los fondos del campo de don Francisco “Pancho” Pérez, ya casi en proximidades de Toro Human.

Por lógica, la obra del Azud demanda la construcción de la nueva toma del Canal de Dios, que se estimó en el proyecto original de la, para entonces, Secretaría del Agua. El ingeniero Tevez lo construiría, en un nuevo trazado secundario, desde el Azud, hasta empalmar con el curso primario y su mismo trazado en cercanías del puente de Cruz Bajada y la población de Rumi Pozo y así evitar comprometer propiedades privadas y de ocupantes ancestrales.

Curiosamente, el nuevo trazado del Canal de Dios, lejos de continuar el derrotero del viejo curso construido por el extinto ingeniero Berrahondo, a la altura de Rumi Pozo quiebra, y progresivamente, en menos de diez kilómetros, se va alejando del curso principal entre los parajes de Halladito y La Virtud, en una distancia de 900 a 1000 metros y a menos 200 metros de las cabeceras del campo conocido como “Agro Servicios y Negocios” y la finca Virgen de la Huachana, posesión de Hugo Orlando Santillán, quien le vendió las tierras fiscales colindantes a la empresa tucumana.

Todo indica que el nuevo rumbo es para colocar el cauce del canal sobre la cabecera de la propiedad conocida y antes pertenencia de la empresa “Agro Servicio y Negocios”, la que habría vendido el inmueble de 17.500 hectáreas a un grupo económico en el que se encuentra incluido un funcionario nacional y que actualmente administra el Banco Central de la República Argentina.

A medida que la obra se aleja del cauce anterior, en su nuevo derrotero, provoca verdaderos estragos físicos geográficos en posiciones de las familias poseedores y también en propiedades privadas, complicando además las cargas jurídicas territoriales que ello implica para los pobladores limítrofes de una u otra provincia.

Los casos Palavecino y Rojas

Andrés Palavecino nació y se crió en el lugar, heredó una posesión, la alambró y radicó una denuncia por usurpación de propiedad de una fracción de más de 100 hectáreas de su posición contra su vecino Hugo Orlando Santillán, ex comisionado de Villa Matoque, quien sería la cabeza visible y pertenecería a un reconocido grupo de vendedores de tierras fiscales en esa zona del departamento Copo, según denuncias oportunamente formuladas por el Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero).

Desde hace varios años, en sede Penal y Civil, se tramita el juicio en lo que es una deliberada mora judicial, las partes no pueden disponer de esa fracción de terreno porque hay una medida cautelar de la justicia de Monte Quemado de no innovar. “O entendemos, con exclusividad, es el juez quien debe autorizar toda innovación y no el Sr. Santillán, expresó en su denuncia la señora Elsa Rojas.

Al respecto, el día 13 de agosto, Elsa Rojas (esposa de Andrés Palavecino), en ausencia de su cónyuge -que se encontraba de visita en la ciudad de Monte Quemado- escucha el rugir de un motor. Acompañada por su hijo menor, se va a ver lo que pasa. Allí se encuentra con que una topadora cortó los alambres que su marido construyó hace más de 20 años, e ingresó a la parcela en litigio, donde trabajaba en desmonte para la apertura de un camino.

Con buenos modales, le preguntó quién lo había autorizado, obteniendo como respuesta que lo hacía con la autorización a pedido de la otra parte del litigio, el Sr. Hugo Orlando Santillán. La mujer asegura que le explicó al maquinista que ese territorio estaba judicializado y a disposición de la justicia, y agrego que “en ningún momento se lo impidió trabajar, se le informó de la situación de esa fracción del campo, sin que existiera ningún incidente”.

Según el relato de la señora Rojas, como corresponde, al día 14 de agosto, se traslada al destacamento policial Villa Matoque, Nº 15, donde formuló la denuncia por la desobediencia judicial, aportando el testimonio de fotos y agregando a este diario un video donde está grabada el formal y respetuoso diálogo que tuvo con el maquinista de la topadora. Copia de denuncia, fotos y video obran en poder de este diario digital, como elementos de prueba del pacífico encuentro.

Extrañas denuncias

La familia Palavecino, después de su correcto obrar, como repuesta, hoy soporta la más terrible inquisición de la justicia de la ciudad de Monte Quemado, que actúa basada en denuncias cargadas de evidentes y hasta infantiles falsedades.

Al extremo, hay un denunciante que dice pertenecer a una empresa, que pide protección, solicitando a la Fiscalía que se labrasen órdenes de restricciones de acercamiento, sin aportar pruebas, ni indicios, de algún incidente que pudiera poner en peligro su integridad física.

La fiscalía le prohíbe a Andrés Palavecino acercarse a menos de 200 metros de distancia a una supuesta a persona física a la que no conoce, y entonces, cómo puede saber a qué persona la justicia le prohíbe acercarse, si asegura no conocerlo, porque nunca lo ha visto, ni reconoce haber mantenido algún desacuerdo con el denunciante.

A la familia Palavecino, todos los días le llueven las notificaciones para cumplir con el llamado de la justicia y otra vez la motocicleta, recorriendo 100 kilómetros por esos caminos hasta Taco Pozo, vender uno o dos cabritos para hacer la plata para comprar el boleto y poder llegar hasta Monte Quemado, y así, cumplir con la justicia, asistiendo a audiencias donde no hay preguntas, sólo imposiciones, donde a la otra parte no se le sigue evidencias y se la esconde.

Sin duda, es mejor opinar que prevalece la falta de criterio, de sentido común y hay una ausencia de justo razonamiento, para materializar con legitimidad la administración de los derechos en la búsqueda de la verdad, cuando esa verdad, en toda investigación, en primer lugar, se la debe buscar en la intencionalidad que busca como resultado todo denunciante. Digamos que, para el buen mediador e investigador, el primer sospechoso es el denunciante.

Algunos obreros de la empresa son del lugar y les duele las injusticias que sufren los habitantes de la zona, por lo que se los escucha comentar que la empresa, mediante sus asesores, fabrica absurdas denuncias, porque quiere usar a la justicia y la coloca de por medio a la familia Palavecino, a la que nunca visitaron, para informarles que ingresarían con las máquinas a la propiedad, y hoy los usan de chivos expiatorios y poder justificar el cambio de rumbo en el plan de obras, dejando antecedentes judiciales y de esa manera desviar el cauce del canal para beneficiar a un sector pudiente, que es de público conocimiento.

Si hay ánimo y espíritu de justicia, las autoridades judiciales tendrían que conocer el lugar para poder dictar una justa solución a un problema de mediación que no es el de la familia Palavecino, que aspira y quiere que el canal pase y revalorice su posición, provocando el menor daño, es lógico y justo que al menos se le informe de lo que se va trabajar dentro de la posición que retienen a título de dueños, y lo son, porque el Código Civil los legitima y la administración de justicia les debe ofrecer todas las garantías.

La familia de Andrés Palavecino está contenta porque el nuevo trazado del canal, le dicen, va pasar por el centro y dividirá en dos la posesión que ocupa y heredaron de su padre, la que está debidamente alambrada, donde cría sus vacas, su majada, donde hace 64 años él nació, se crio y sustituyó a su padre, constituyendo su numerosa familia.

Entrevista

Andrés Palavecino, al ser entrevistado por El Municipal, expresó que “yo, al problema que tuve con mi vecino Santillán, se lo pasé a la justicia y aún estoy esperando una respuesta, con respecto a estas nuevas notificaciones de audiencias, que ya son tres, no conozco, ni nunca vi a ese señor que pide una restricción por razones de seguridad. Para poder cumplir con la justicia, muchas veces les saco el pan de la boca a mis hijos, porque gasto para venirnos desde mi casa a Monte Quemado y recorrer 160 kilómetros de montes y ruta con mi señora, porque nos citan a los dos, en tramos. Uno lo hacemos en motocicleta y otro, desde Taco Pozo (Chaco) en colectivo, con los costos que esto significa y la aflicción de haber dejado a los chicos solos y en medio del monte donde vivimos”.  

En esta línea, Palavecino finalizó diciendo: “Lo que necesito es que quede bien en claro que a mí y a mi familia nos hace feliz que el canal pase por el centro de la posición, lo único que sí pido, es que nos construyan un puente, para que los animales puedan pastar de un lado o del otro, y nosotros también poder recorrer y controlar toda la propiedad que ocupamos en forma ininterrumpida desde hace tiempo y a título de dueños”, concluyó el entrevistado.