Dos años después, dos presuntos “soldaditos” tomaron distancia y le soltaron la mano a un narco que en abril del 2020 habría secuestrado a tres personas, incluido un niño, y amenazado hasta con sodomizarlas, si no le devolvían dos mochilas con drogas.

Sucedió en Monte Quemado, departamento Copo. 

Los arrepentidos serían los primos Matías Facundo Díaz, alias “Hacha”, de 25 años y Ariel Edgardo Díaz, “Moto”, de 34, quienes habrían revelado que ignoraban que el jefe, Cristian Francisco “Tala” Aranda, los llevaría de noche a raptar gente, gatillarles armas en la cabeza y privarlas de la libertad.

Así lo reveló a EL LIBERAL su abogado, Francisco Cavallotti (el otro defensor en Rodolfo Mariano Cuestas).

“Lo que tenemos aquí es un desestimiento voluntario del delito, ya que nuestros representados contribuyeron a poner fin a la privación de la libertad de las víctimas”, señaló.

Caídos en desgracia

La banda fue desmantelada y dictada la prisión preventiva a cada uno de sus integrantes. El 6 de abril pasado, un tribunal rechazó el planteo de la defensa de los Díaz, resuelta en el cambio de calificativa.

“Privación ilegítima de la libertad, amenazas por utilizar armas, amenazas anónimas y tenencia ilegítima de arma de guerra”, son los cargos gravísimos enrostrados por el fiscal Gabriel Gómez.

Los abogados Cavallotti y Cuestas desean morigerar el rol de sus clientes a “privación ilegítima de la libertad, simple”, planteo que hasta ahora les es esquivo. Ahora, intentarán de nuevo mediante un recurso de casación y, por ende, arribarán ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ), adelantó Cavallotti.

Oscuridad y horror Según las víctimas, “Tala” y compañía los cargaron en vehículos. En el monte, les gatillaron armas en la cabeza y les exigían el reintegro de dos mochilas con drogas perdida. Es más, las amenazaron con atacarlas con un palo, de ser necesario. Después, la banda subió de nuevo a los damnificados a un vehículo y los condujo a la ciudad, pero se ignora si “Tala” pudo reencontrarse con la droga.