No puede estar de los dos lados del mostrador. Son dignos de impartir justicia.  ¿Qué seguridad jurídica le puede garantizar a nuestra sociedad santiagueña?. Así comienza el comunicado difundido por la organización campesina Mocase.

“López  Alzogaray, abogado presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero, desalojó a la familia Ardiles de Chaguar Punko en el departamento Robles, mediante una orden emitida por el abogado Pedro Carlos Juri, Juez Civil de 2° Nominación de la ciudad de La  Banda”, señalan.

Comunicado completo

“El presidente del superior tribunal es el demandante de la familia de Asencio Ardiles, era la única que faltaba  desalojarla del lugar, lo viene haciendo desde la década del 90. Con su astucia maliciosa les hacía quemar los cercos, las cosechas, los amenazaba,  y cuando las denunciaba siempre lograba expulsarlas de sus lugares de vida”, agregan.

Su abuelo Mikelsen les donó esas tierras a sus peones. Se posesionaron, construyeron desde su ánimo de dueños, pero Asencio, inició el juicio de prescripción veinteañal y pudo obtener el título en la década de los 70.  Sembraron y criaron animales y eran agricultores toda la vida. Desde hace mucho más de 20 años, por lo que la Ley les da Derechos.

López  Alzogaray (el supremo) nunca tuvo la posesión. Pero de muy mala fe aprovechó el desconocimiento de  la mayoría de los poseedores y poseedoras sobre las leyes, y ahora siendo Presidente del Superior Tribunal de Justicia, utilizó ese poder para desalojar a la última familia que quedaba resistiendo.

En la década de los 90, integró el Servicio Jurídico de Caritas Diocesana, y pareciera que se escudó en esa estrategia para lograr con paciencia sus objetivos, en la zona de Forres actuando con artimañas para desalojar a las familias de Chaguar Punco.

Nos duele, pero no nos resigna para seguir luchando para que la familia vuelva a su lugar de vida, sabemos que es demasiado injusto y arbitrario todos estos fallos y que se fueron dando desde el abuso de poder.

Repudiamos e interpelamos a la justicia para que dé marcha atrás con la atrocidad que cometieron con este fallo injusto, viciado de poder y malicia, no debe pasar que la máxima autoridad del poder judicial de la provincia cometa estos actos de inmoralidad y le quepan todos los calificativos que ustedes puedan imaginar. Con estos pseudos personajes como Lopez Alzogaray, como Juri y Torresi.

Nos queda un enorme desafío como Movimiento para lograr que la familia Ardiles vuelva a su lugar, del cual nunca debería haber salido, aun así no claudicaremos.