Más de 4 millones de personas tiñieron de celeste y blanco la zona del Obelisco. Algunos con réplicas de la Copa del Mundo y una tercera estrella agregada a la camiseta.

Se vivió un clima de algarabía absoluta a la espera de ver de cerca el micro que trasladaba al seleccionado argentino y celebrar la conquista del tercer título de la historia obtenido en Qatar.

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