Ambos equipos desperdiciaron clarísimas chances de gol, y la única alegría del encuentro llegó gracias a un tanto de Leandro Fernández. A los 43 minutos del primer tiempo, Juan Quintero vio la roja directa por un manotazo a Juan Sánchez Miño, quien tras esa acción vio la segunda tarjeta amarilla por su reacción.

Era muy importante para el Rojo obtener una ventaja esta noche, no solo para viajar con mayor tranquilidad a Brasil para disputar la revancha, pautada para el jueves 27 de este mes, sino también para barrer rápidamente los nubarrones grises que lo persiguen desde el pasado domingo, cuando recibió un cachetazo histórico en el clásico ante Racing Club.

En el inicio, parecía que el partido iba a tener un solo protagonista. Tan solo iban 31 segundos cuando el Rojo aplicó una presión asfixiante y Martín Benítez probó desde afuera con un remate que se fue cerca del palo derecho.

Sin embargo, el juego se hizo de ida y vuelta, con un mediocampo que tan solo fue zona de paso. Y en ese contexto, la visita tuvo dos chances clarísimas para ponerse en ventaja.

A los 6 minutos, Osvaldo fabricó una gran acción individual que descaderó a Alan Franco y la pinchó ante la salida de Martín Campaña, pero la definición salió apenas alta. Luego, a los 20, el arquero uruguayo le tapó de gran forma un mano a mano a David, quien tampoco pudo meterla en el rebote.

Benítez tuvo una más en la primera etapa. A los 35 se arrojó en palomita y sacó un cabezazo que estuvo a punto de ingresar junto al poste izquierdo.

Pegó de entrada el dueño de casa en el segundo período. Lucas Romero abrió muy bien hacia la derecha para Fabricio Bustos y el lateral envió un centro atrás para que Fernández llenara su garganta, y la de todos los hinchas, de gol.

Osvaldo tuvo el empate en sus pies a los 14, aunque remató apenas ancho por el palo derecho.

Insólito fue el gol que se perdió Romarinho a los 25. A un metro del arco y sin resistencia, acomodó mal el pie derecho y remató hacia el costado.

No menos clara fue la chance que desperdició el recientemente ingresado Braian Martínez a los 29, con un cabezazo de frente al arco que salió pegado al poste derecho.

Parecían embrujados los arcos, porque Gabriel Dias apareció por sorpresa a los 31 y le erró a la valla desde al ladito de la misma con otro cabezazo.

Lucas Romero pescó un despeje corto a los 40 y estuvo a punto de clabar el balón junto al palo derecho, pero no lo logró. Fue lo último de un encuentro que podría haber tenido un marcador mucho más poblado de goles, de uno y de otro.

Con la mínima ventaja, todo está por verse. La cita es el 27 en Fortaleza.

Fuente: Diario Panorama