Más de medio centenar de hombres y mujeres participaron ayer de una riña de gallos en Quimilí, Moreno, con entradas por $ 200, pero el arribo de la policía puso fin a la reunión ilegal y sus participantes huyeron al monte.

El procedimiento fue realizado a las 18 por personal de la Seccional Nº 29. El punto de encuentro fue en cercanías de una aceitera, ubicada a 5 kilómetros de Quimilí, a la vera de la ruta provincial Nº 92, confiaron los investigadores al cierre de esta edición.

Estampida masiva

Ni bien arribaron los patrulleros, comenzó el desbande masivo de autos y motos. En tanto, el grupo numeroso optó por internarse en el monte, resuelto en evitar la exposición y aprehensión.

Siempre de acuerdo con el operativo, se supo que el anfitrión y organizador resultó un hombre de apellido Ruiz, de 35 años, con residencia en Quimilí.

El mismo habría deslizado que junto con sus amigos organizó una riña de gallos y que cobró de entradas $ 200. Desde bien temprano, habrían comenzado a llegar los individuos con sus ejemplares.

Muchos procedían de Quimilí, pero también habrían participado personas provenientes de los parajes cercanos, en los departamentos Moreno y el Juan Felipe Ibarra, se supo.

El volumen de las apuestas no fueron confiadas a los uniformados. Sin embargo, uno de los participantes deslizó que las bases no eran menor a los $ 5.000.

Latitas, botellas y cajitas

Así, unos y otros habrían disfrutado de la riña hasta la tarde. Fue la presencia inesperada de los policías lo que acortó el fin de la "reunión y empujó a los protagonistas a ocultarse entre los yuyos.

Cuando los amantes de los gallos literalmente "desaparecieron" del escenario, los policías debieron recoger del lugar múltiples latas de cerveza, botellas de vino, fernet y cajitas de vino en gran cantidad, se supo.

A diferencia del organizador, un automovilista se habría ofuscado con los policías, resistiéndose a retirarse, valiéndose de insultos y desafíos, añadió un funcionario anoche.

Fue tal el entredicho que debió intervenir el fiscal, de turno Sebastián Robles. El funcionario habría ordenado la imputación del automovilista y el anfitrión, a quienes se acusa haber vulnerado el artículo Nº 205 del Código Penal, que reprime a quienes violan las medidas preventivas contra la pandemia.

Momentáneamente, los policías habrían secuestrado el automóvil del hombre que no quiso retirarse. Después, le habría sido reintegrada la unidad, previa infracción, enfatizaron los voceros policiales.