“Prestame la escopeta, voy a ir a cazar en estos días”, le aseguró Jorge Vidal Fecha a su vecino. El hombre le prestó una escopeta calibre 16 milímetros con la que luego, asesinó a su exsuegra y a su expareja frente a su hijo de dos años.

El brutal crimen de Yessica Viviana Palma de 23 años y de su madre, Felipa Antonia Correa de 39, se produjo en horas del mediodía del lunes. El peón rural, devoto profeso de San La Muerte, llegó a la casa de su exsuegra que se encuentra ubicada en calle Las Heras. Descendió de su moto e ingresó al inmueble. Encontró a Felipa cocinando en el patio. Le preguntó “dónde estaba Yessica”. La mujer, de inmediato le respondió: “En la casa de una amiga”.

Jorge salió de la vivienda y al cabo de 10 minutos, regresó. Ingreso a la propiedad de su exsuegra y sacó la escopeta que ocultaba entre una campera. Le apuntó y le disparó. Luego, huyó. Felipa fue hallada agonizando en la cama y murió antes de ingresar al hospital.
El homicida se dirigió a la casa donde estaba Yessica. La encontró junto a su hijo de dos años en la vereda de un inmueble donde estaba charlando con una amiga. Tras una discusión, le disparó a quemarropa con el arma que minutos antes había asesinado a la madre de la joven. Yessica cayó malherida al piso. El agresor se presentó en la Comisaría Comunitaria 22, donde se entregó a la Policía por los femicidios.
El arma que fue empeñada por el devoto de San La Muerte, quien había realizado ofrendas con fotografías de Yessica a su santo en un altar que tenía en la habitación de la casa donde residía, habría sido prestada por un vecino.
De acuerdo con los testimoniales recabados por el personal de la División Homicidios Banda, la escopeta había sido prestada por un vecino que reside en la vivienda colindante a la casa de Vidal Fecha. El femicida, que habría planeado el brutal ataque a la joven víctima y a su madre, le dijo que “iría que cazar el fin de semana”.
Ante la policía, el vecino, indicó que “no sospechó nada de su allegado, puesto que varias veces le habría prestado el arma de fuego al joven para que fuera a cazar”. El testigo indicó que “en algunas oportunidades le habría prestado por el lapso de cinco días la escopeta a Vidal Fecha y se la entregaba en buenas condiciones”.
La escopeta fue secuestrada por los peritos de la División Policía Científica de Capital, quienes realizarán los trabajos pertinentes en el arma a requerimiento del fiscal de Turno de la Circunscripción Copo, a cargo del Dr. Santiago Bridoux.
Por otro lado, se conoció que los uniformados continúan recortando declaraciones testimoniales a los ocasionales testigos y a los familiares de las víctimas asesinadas a escopetazo por el peón rural que se encuentra detenido imputado del supuesto delito de femicidio en perjuicio de Yessica Palma y de homicidio, en perjuicio de Felipa Correa.

Secuestros y peritajes

El fiscal Santiago Bridoux le requirió al personal de la Policía Científica que realizara el secuestro de las prendas que vestían las víctimas asesinadas, para ser peritadas. Las prendas fueron incautadas en la morgue judicial del hospital Independencia.
Además, se procedió al secuestro de los celulares tanto de Yessica como de su madre, Felipa y de su expareja, Jorge. Los uniformados comenzaron a analizar cada uno de los aparatos tecnológicos para tratar de conseguir evidencias sobre los casos de violencia denunciados por la familia de las fallecidas.

Por otro lado, los uniformados comenzaron a peritar los elementos secuestrados en el santuario de San La Muerte, hallado en la casa donde solían vivir Jorge y Yessica, previo a su separación a fines de diciembre del año pasado.
Mientras tanto, los investigadores, llevan a cabo declaraciones testimoniales y un relevamiento vecinal que da cuenta de relaciones violentas entre las víctimas y el agresor; por lo que se ordenó una serie de medidas judiciales que se llevarán a cabo. Habría planeado los brutales femicidios

Los uniformados van recortando testimoniales y en los diversos allanamientos y procedimientos realizados en el marco de la investigación penal preparatoria sobre los feminicidios de Yessica y su madre, Felipa se conoció que hay indicios que revelarían que los homicidios fueron planeados. Jorge se había despedido de sus padres, quienes viajaron a visitar a sus familiares en un pareja ubicado a unos 70 kilómetros de Monte Quemado. El viaje de sus familiares se habría realizado durante el fin de semana.
La situación habría sido aprovechada por el femicida para advertir a su vecino que “saldría a cazar y le pidiera prestada su escopeta para realizar dicha actividad”. Habría realizado la ofrenda a San la Muerte, con fotografías de su expareja a quien pretendía “recuperar”.
En primera instancia asesinó a su exsuegra a quien la ultimó de un disparo en el pecho y luego, buscó a su expareja en la calle y también la asesinó. Luego de contemplar su cuerpo en el suelo sobre un charco de sangre, se dirigió hacia la sede policial donde quedó a disposición de la Justicia. Mientras realizó entrega del arma de fuego que pertenece a su vecino, la que fue peritada. La Policía, además, secuestró la motocicleta en la que se movilizaba el sospechoso.

 Golpes, amenazas y separación

Mientras la Policía y la Fiscalía a cargo del Dr. Santiago Bridoux tratan de reconstruir las últimas horas de vida de Yessica Palma y de su madre, Felipa Correa; se comenzaron a receptar testimoniales a los vecinos, amigos y familiares de las víctimas de Jorge Vidal Fecha.
En primera instancia, se conoció que el último caso de violencia de género que sufrió Yessica en manos de su expareja se produjo en la jornada previa a Fin de Año. El peón rural le habría realizado una escena de celos y luego, comenzó a golpearla. En ese momento, Yessica y Jorge, junto a su hijo de dos años, vivían en una humilde vivienda a unos 500 metros de la familia de la joven.
Jorge le propinó golpes. La amenazó de muerte. La hostigó psicológicamente. Yessica, en ese momento, decidió irse de la casa. Levantó a su hijo y sus pertenencias, para luego retirarse de la casa. Regresó nuevamente a la propiedad de su madre, quien tenía conocimiento de una supuesta relación que la joven tenía con un vecino desde hacía varios meses.
Yessica, sabiendo que su expareja era violenta e impulsiva, no radicó la denuncia. Pero le advirtió a sus familiares que “no era la primera vez que la agredía físicamente y la amenazaba de muerte, por lo que se negó a radicar la denuncia penal correspondiente”.

Fuente: Nuevo Diario