La fuga masiva de 75 presos en Paraguay ha puesto en alerta a los países vecinos, sobre todo Argentina, que se ha visto obligada a reforzar la seguridad fronteriza en la ciudad de Salta, para evitar que los criminales crucen a nuestro país, en caso de no haberlo hecho ya.

Las autoridades paraguayas no creen que los convictos hayan escapado con un plan elaborado en base a su astucia, sino mediante el pago de coimas a los efectivos pertenecientes a su correspondiente prisión. 

La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, apuntó contra las autoridades del Penal: "Esto no fue un trabajo de un solo hombre y tampoco algo que se hace un día, es imposible que nadie sepa nada, no puede ser que nadie haya visto algo", dijo en una de sus primeras declaraciones tras conocer la noticia, que calificó como "un hecho extremadamente grave" y de "seguridad nacional".

De acuerdo a lo que publicaron los medios paraguayos, las garitas policiales más cercanas al túnel se encontraban a una distancia menor a los 100 metros, por lo que levanta demasiadas sospechas de que nadie haya visto nada, ni hayan presenciado nada raro en la madrugada del domingo, informó Nuevo Diario.

"Lamentablemente, este hecho afecta a los efectivos militares. Tenían una responsabilidad de cobertura externa. Vamos a ver y corregir lo que se tenga que corregir para seguir cumpliendo" manifestó Soto Estigarribia, ex Ministro de Defensa Nacional de Paraguay.

La ministra recordó que su cartera había anunciado el pasado diciembre que contaba con informaciones sobre un plan de fuga en varias cárceles del país de cabecillas del PCC. Según esos reportes, desde el PCC se estaría aportando unos 80.000 dólares para posibilitar esas fugas.