Investigadores, científicos y perros, se encuentran trabajando en la misión de ponerle luz a la inimaginable ferocidad con la que actuaron el o los autores de la violación, seguido de asesinato y descuartizamiento del niño Marito Salto, en un hecho prácticamente sin antecedentes en la criminología Argentina.

Lo complejo del hecho hizo que la mente de los investigadores se elevara, y buscando justificar tal ferocidad en la más caníbal mafia del crimen, que en este país se lo vincula a las organizaciones del narcotráfico.

También los políticos, sin pudor, del mismo modo que algunos medios digitales, se prestaron para las maniobras enturbiando el rumbo de las investigaciones, cuando por otros intereses mezquinos y hasta perversos, comenzaron a sembrar dudas en el accionar de la Policía, que siempre se esforzó y se esmeró en  ponerle luz a tanta sombra.

 Por pedido de la fiscal Olga Gay de Castellanos, que lleva valientemente adelante la investigación,  los perros de las unidades K9 de la Policía de Río Negro y de San Luis arribaron ayer a Quimilí en busca de algún rastro del camino que Marito Salto recorrió hace ya más de un año y seis meses. Los canes están educados en identificar huellas o rastros de personas fallecidas. Este procedimiento es la última acción de una investigación que se prolonga en el tiempo, y coloca al los autores cada vez más lejos de la justicia.

Sin embargo, tal y como se dice en la jerga policial, “no hay crimen perfecto”, por lo que El Municipal Web está en condiciones de afirmar que en estas últimas horas, más allá de los expertos investigadores, de las pericias científicas y de los perros altamente adiestrados, habrían surgido  indicios que orientan el rumbo de la investigación, y se espera que en los en los próximos días se pueda arrojar luz en esta causa para que se conozca la cara del o los feroces asesinos del niño Marito Salto.