Por Tony Villavicencio | Uno de los ejes fundamentales de las discusiones es la necesidad de garantizar un asentamiento territorial equilibrado.
Un asentamiento en el que el movimiento masivo de población del campo a la ciudad ocurrido en las dos últimas décadas, no solo se detenga sino que se revierta, al menos en parte, para estabilizar el flujo migratorio y generar oportunidades que garanticen una mejor calidad de vida.
Desde la política no se puede seguir engañando al pueblo, con la politiquería del entretenimiento y la distracción. Uno de los ejes fundamentales de discusión es la necesidad de garantizar un asentamiento territorial equilibrado, en el cual el movimiento masivo de población del campo a la ciudad en el departamento Copo no solo se detenga sino que se logre revertir, al menos en parte, para así estabilizar el flujo migratorio y generar oportunidades que garanticen, en mayor parte, una calidad de vida razonable a los del campo y también a la ciudad.
Vemos por estos días desde la municipalidad la instrumentación de políticas de ornamentación, alumbrado, fuente luminosa, que se asocian a los domingos culturales. Todo es necesarias, empero por hacer lo corriente los tiempos de una ciudad de 45.000 habitantes está exigiendo trabajar y conseguir que en esta etapa de la vida institucional del municipio se debería tratar de alcanzar objetivos superiores que son los que mantiene frenado al progreso de una ciudad con un municipio asfixiado por el desmedido crecimiento poblacional registrado en los últimos 20 años.
Hay que trabajar hasta lograr la conectividad que afecta a las poblaciones rurales, un eje fundamental para lograr la igualdad de oportunidades y el desarrollo humano, social y económico. Las distintas poblaciones rurales del interior de Copo llevan pujando hace años que se les repare los caminos, que se les garantice la atención de la salud, la educación y por estos días preocupa que nadie desde la municipalidad y desde el gobierno de la provincia habla de lo que necesita el departamento y la ciudad de Monte Quemado para escapar de un futuro incierto.
La equidad de políticas entre el campo y la ciudad pasa hoy, más que nunca, por un rol activo de los poderes públicos que promuevan la igualdad de oportunidades y de realización de las personas que viven en las zonas rurales.
Y Nos preguntamos, el estado municipal como interesado directo y el Estado Provincial como responsable no vemos que estén realizando diagnósticos de demanda adecuadas, y si existe coordinación entre administraciones y fluya la información y el diálogo del futuro, no de una ciudad, sino de los habitantes de un departamento que se empobreció regalando oxígeno al mundo con un parque provincial y nacional Copo de 500.000 mil hectáreas al servicio de las humanidad.
Y aprovechando que tenemos un intendente profesional en la materia deberíamos preguntar dónde se invierten los millones de pesos que el primer mundo gira al país por nuestro aporte al medio ambiente. ¿Qué destino se les da?, porque aquí en el departamento Copo, No hay Caminos, No hay agua, en el interior no funciona un sistema de atención de salud primaria. Entonces la intendencia y el gobierno de la provincia deben trabajar en políticas orientadas a saldar esa brecha profunda de un trato desigual del Estado para con los copeños.
La conectividad, debería resultar por tanto un eje transversal de las políticas públicas porque la economía de la ciudad de Monte Quemado depende de la actividad rural. Se nos acabó la madera y se nos acabó la vida. Esto es así, pues para muchas de las carencias a solucionar, no sólo se necesita instrumentar políticas tendientes a construir oportunidades de mejor la infraestructura vial rural, atados a otros, demandas, todavía más básicos, como el agua la atención de la salud primaria y la Educación.
El problema de la ciudad de Monte Quemado, no solo se muestran en el incumplimiento de los servicios, de la municipalidad, que se observa no tiene los recursos económicos y de gestión para asistir a una superpoblación que no para de crecer por el masivo éxodo del campo a la ciudad y en realidad ese es el problema.
Sin demora, ni distracciones hay que evitar la migración desde las zonas rurales hacia la urbe, sino revertirla, y en esto deben ser orientadas las políticas y las gestiones del intendente y su equipo de colaboradores a fin de generar que el gobierno de la provincia invierta en la conectividad Vial los fondos verdes facilitando la conectividad del campo con la ciudad.