Por Culimpio. Hace mucho tiempo, viajaba cayendo en las cárcavas, pozos de un camino perdido por los montes del departamento Copo, y de pronto encontré un letrero que decía: “EL ALMACÉN DEL PADRE”. Me llamó la atención, me acerqué y la puerta chillando, se abrió lentamente.

Cuando me di cuenta; yo ya estaba dentro. Vi muchos ángeles parados en todas partes. Uno de ellos me entregó una canasta y me dijo: “Ten… compra con cuidado, todo lo que un cristiano necesita. La verdad, no tuve miedo, al contrario, me sentí protegido”

Primero compré paciencia; el amor estaba en la misma fila. Más abajo había comprensión que se necesita por donde yo vaya. Compré dos cajas de sabiduría y dos bolsas de fe.

Seguí recorriendo, me encantó el paquete del perdón. Me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme en esta carrera que elegí para dar de comer a mis hijos, que no son pocos, pero al contrario de lo que dice mi vecina, a todos les di lo que corresponde.

Ya tenía casi lista la canasta cuando recordé que necesitaba Gracia y que no podía olvidar comprar la Salvación, que por todo lo invertido la ofrecían gratis y tomé bastante para salvarme de todas las traiciones, maldiciones que por mi profesión recibo, de quienes no quieren entender que el poder es para hacer el bien y no el mal.

Finalmente, con el canasto cargado, caminé hacia el cajero para pagar la cuenta; pues creí que tenía todo lo que el cristiano necesita, para poder luchar por el duro sendero de la vida.

Pero cuando iba a llegar a la caja, vi la Oración y la puse en mi canasta repleta porque sabía que cuando saliera, la iba a usar… La Paz y la Felicidad estaban en los estantes pequeños, al lado de la caja y aproveché, también para tomarlas. Casi ya saliendo del alancen del Cristiano, la Alegría colgaba del techo y arranqué una para mí. Al fin llegué al cajero y le pregunté:
¿Cuánto le debo? Él sonrió y me contestó: Lleva tu canasta a donde vayas.  ¿Si, pero cuánto le debo?, – le repliqué. Él otra vez me sonrió y me dijo: No te preocupes Jesús ya pagó tu deuda hace mucho tiempo. Ve y lleva tu compra y disfruta la vida.