Se conocieron fragmentos de mails encriptados que la ex abogada del financista arrepentido le llevaba a su cliente. a quien le preparaban el libreto a cambio de recobrar la libertad.

La ex abogada de Leonardo Fariña, Giselle Robles, se presentó ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y brindó chats con el ministro de Justicia, Germán Garavano, y mails por los cuales se manipuló y armó la declaración de "arrepentido" de su ex defendido para inculpar a Cristina Kirchner en una causa por lavado de dinero, sumándole elementos de la obra pública. Así lo reveló el periodista Juan Amorín en C5N.

Los mails estaban encriptados y fueron enviados, al menos, de dos cuentas diferentes, posiblemente desde la Agencia Federal de Inteligencia, según publicó Página 12: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. el 29 de marzo de 2016 y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. el 18 de abril de 2016 a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., correspondiente a Fariña que aún estaba en prisión.

Con el asunto "Obra pública", el primer mail le indicó a Fariña el libreto sobre cómo inculpar al kirchnerismo en este tópico: tras la modificación de la ley de OP, la 13.064, "se le adelantaba al contratista un pago inmediato de entre el 10 y el 20% del valor del contrato (...) ese monto era el que debía abonar en concepto de "retorno" por la adjudicación de la obra", planteó uno de los párrafos del escrito, según difundió el periodista Juan Amorín.

"Como las firmas para justificar el egreso de tamañas cifras debían emitir montañas de facturas truchas, usualmente solicitaban al receptor de ese dinero protección frente a (Ricardo) Etchegaray puesto que, de no hacerlo y enterado el titular de la AFIP de un pago donde lo habían dejado afuera, mandaba a un ejército de inspectores a allanar al contratista emisor de esas facturas quienes,d e no llegar a un "arreglo", debían enfrentar causas en lo penal tributario", continuó.

En el extenso mail, se le indicaba a Fariña que "los secretarios Jaime, Schiavi, Baratta, eran los encaragados de cobrarle a las empresas y llevarle el dinero directamente a Kirchner o vía De Vido".

En otro de los mails, en este caso con el asunto "Nueva Data", del 18 de abril de 2016, se le guionó a Fariña que debía aprender que: "Uno de los esquemas utilizado en la Cámara Argentina de la Construcción para la cartelización de las obras públicas era subdividirse en "camaritas" o "comisiones". Estos sub grupos empresarios se reunían en horarios y días específicos para consensuar sus reclamos, organizar los llamados "clubes", que no era otra cosa que el armado previo de las licitaciones".

En el escrito, se le puntualizó que "estableciéndose quién "iba al frente", con qué precio, y quiénes comprarían pliegos para presentarse y "acompañar", obviamente con ofertas exorbitantes, haciendo así "aconsejable" adjudicarle al que iba al frente".

Finalmente, le detallaron que "estos sub grupos se dividían en los llamados "vivienderos", los "viales", "obras del conurbano", esta última se reunía en la sede de La Plata y no en el edificio de Paseo Colón e Independencia, "obras públicas", "concesiones y privatizaciones", "legales".