Los vecinos que viven sobre avenida Rivadavia de la ciudad de Quimili, departamento Moreno, y  los que viven sobre los accesos de la ciudad de Monte Quemado, desde hace tiempo soportan los trastornos provocados por jóvenes y adolescentes que cometen todo tipo de infracciones de tránsito en sus motos, realizan “picadas” y estruendosas explosiones como burlándose de las autoridades policiales y municipales.

Según un relevamiento realizado por El Municipal Web, las maniobras peligrosas ganan terreno con frecuencia sobre las mencionadas avenidas de ambas ciudades y los infractores eligen la madrugada o la siesta para circular a altas velocidades con el escape libre.

En el caso de Quimilí lo hacen por frente mismo del edificio de la Policía y de la dirección de tránsito de la municipalidad en lo que interpretan los vecinos, les es una clara y burlona maniobra desafiante hacia los organismos de control vial de la ciudad.

Algunos vecinos del barrio centro de Quimilí comentaron que la situación de descontrol llega a niveles “insoportables”, todo porque los conductores de estas motos circulan en zigzag, suben por las veredas, juegan carreras y provocan explosiones mediante caños de escape preparados.

En tanto, en la ciudad de Monte Quemado, debido a la permanente presencia de los agentes de tránsito, en estos últimos tiempos, se ha logrado controlar la situación mediante severas medidas que prevén hasta el secuestro de los motovehículos.

En Quimilí y también en Monte Quemado, señalaron los vecinos que los inadaptados por lo general salen en grupos de a cinco y de hasta cerca de 20 motocicletas, en muchos casos no utilizan cascos protectores, pero sí pasamontañas para no ser fácilmente individualizados y prefieren cometer sus andanzas en horas de la madrugada o la siesta, cuando la ciudad descansa y demuestran en todo momento una actitud desafiante e intimidatoria ante los demás usuarios de la vía pública.

Las fuerzas de seguridad  y los agentes de tránsito, con criterio, no responden a estas provocaciones y no los persiguen para evitar accidentes, ya que los conductores cometen estas faltas porque en realidad lo que buscan es que los persigan para poder escapar y pintar en la ciudad un paisaje de espectacular persecución, que en oportunidades terminaron en graves accidentes.

“Para poner fin a este tipo de infractores se necesitan ordenanzas y que se reglamente medidas tendientes para  poner en vigencia leyes municipales que castiguen severamente a este tipo de infractores, cuyas conductas colocan en situación de extremo peligro a terceros y a sí mismos”, expresó la directora de tránsito de la ciudad de Monte Quemado, Mary Mercado, y agregó que “es un problema que se vive en todas las ciudades del interior de la provincia”.