Numerosas poblaciones de la región centro del departamento Copo se encuentran aisladas, por efecto de las precipitaciones pluviales acaecidas con características de temporal, profundizando el abandono y mal estado de los caminos.

El Municipal Web había informado anteriormente acerca del grave nivel de aislamiento en el que se encuentran más de 1500 familias de poblaciones y parajes asentados sobre la ruta provincial N° 4, en el tramo Vinal Suni-Monte Quemado.

En principio, el polvo de los medanales y ahora la lluviael barro y las lagunas, hacen imposible el intento de llegar a ningún lado, y es frecuente que enfermos o parturientas se queden en la mitad del camino, sin poder llegar a los centros de salud de la localidad de San José del Boquerón o en el otro extremo, al hospital de Monte Quemado. Ya nadie transita por esa ruta, porque es incierto el destino y los lugareños se mueven por desechos y picadas. El camino, desde hace años, en tramos ha perdido trazo, tapado por el monte y su rumbo sólo es una expresión de deseo.

“No se puede admitir que en los tiempos que se viven, donde el hombre llegó a la luna y visita otros planetas, todavía en Santiago del Estero importantes poblaciones permanezcan aisladas, sumidas en la pobreza, por el efecto desbastador del aislamiento, expresaron las religiosas de la localidad de Nueva Esperanza (Copo).

El camino representa la columna vertebral del departamento y permanece abandonado por los gobiernos que se sucedieron en los últimos 20 años. Copo es el único departamento que niega la realidad al nuevo Santiago productivo, y es donde la prensa nacional apretadora de gobiernos independientes y responsables para con sus pueblos, encuentra la fertilidad para desinformar, negando la realidad de una provincia que alcanzó un desarrollo en todo el interior provincial, pero es cierto que en el departamento Copo, el progreso aún no llegó y la gente de las poblaciones en esta zona, sobrevive como hace 200 años. Muchos opinan que observando el crecimiento que tuvo la provincia en los últimos diez años, sorprende que el gobierno aún mantenga abandonado a Copo y especialmente desentendido de la ruta 4, que es la columna vertebral del departamento y la región.

Los habitantes de Copo se encuentran soportando una de las crisis económicas y sociales más crueles de las últimas décadas. Agotado el monte, sin madera y sin caminos, no hay de qué vivir. Cientos de familias están emigrando de la zona rural y asentándose ocupando viviendas precarias, casi chozas, en el cordón periférico de la ciudad de Monte Quemado, convertidos en una pesada carga social para el municipio.

No hay que ser un sabio iluminado para advertir que este camino, por su trazo, es punto clave estratégico para el desarrollo y progreso del departamento.

Picardía, desidia o compromisos de los gobernantes. Lo cierto es que el departamento Copo lejos está de pertenecer al nuevo Santiago, y no se puede negar que de la mano del gobernador Gerardo Zamora, alcanzó un notable desarrollo agro-ganadero-industrial, que le da a la provincia un perfil productivo-económico definido, elevando la calidad de vida a miles de santiagueños.

Pero también es cierto que el progreso alcanzado al departamento Copo, no llegó a transitar la ruta 4, entre Monte Quemado y San José del Boquerón, significando un alto riesgo que ya nadie desea correr, cuando ingresar por ese camino significa el desafío de una verdadera aventura. Es como ingresar al túnel del tiempo y encontrar sobreviviendo a la gente, con necesidades propias de hace ya 200 años.