Hoy sábado 22 y domingo 23 de febrero tendrá lugar las dos últimas jornadas del la 45 edición de los corsos 2020 de la ciudad de Quimili, organizado ‘por la Municipalidad y auspiciado por el superior gobierno de la provincia en el año del Bicentenario.
El carnaval, Quimilense como valor cultural enriquecedor, ya no solo es el trabajo colectivo de un pueblo sino es el espectáculo de la fiesta carnestolendas que alcanzo su más elevado nivel conquistando a toda la región del noreste santiagueños y también concurre publico de pueblos y ciudades de provincias vecinas.
Son tres las comparsas que compiten, Profecía, Libertad y Zamba Total, las que esperaron la llegada de febrero para salir al corsodromo y mostrar todo lo que prepararon durante el año.
El carnaval Quimilense es una expresión popular que no admite diferencias de clases sociales, de las comparsas participan desde uno que lustra botas hasta un empresario, la fiesta es de todos y no discrimina”
El Carnaval es un ritual que se celebra en todo el mundo. Y, como tal, hay muchas formas de entenderlo. De hecho, en los márgenes de un mismo país, puede adoptar formas diversas, más en un territorio tan amplio como el de la Argentina. No es lo mismo, claro está, el Carnaval de la Quebrada de Humahuaca que el de Gualeguaychú. Aunque provengan de raíces culturales y tradiciones diferentes, ambos comparten el mismo espíritu de alegría, encuentro y desinhibición. Empero los corsos que trascienden y convocan dentro de los igual, son los que brillan identidad propia. Es el caso de los corsos de Quimili.
“El Carnaval es un tiempo para olvidar las penas, las obligaciones cotidianas y entregarse totalmente a la alegría. Es un tiempo para disfrutar, divertirse y compartir sanamente en comunidad, con la familia y los amigos”, Es ese el Carnaval de los Quimilenses y es por eso vienen a participar desde pueblos y ciudades vecinas porque sin perder su esencia ancestral, tiene un vuelo artístico propio y es una manifestación cultural inclusiva.
La comparsa desciende al pueblo bailando al ritmo de músicas tradicionales, el redoblar de los tambores y el baile es una expresión maravillosa en la sintonía del arte que muestra la plasticidad del movimiento del cuerpo envuelto en luciéndoos y brillosos uniformes, de colores y plumas.
El corso en su 45 edición, muestra espectacularidad y exuberancia. Todos los años se renueva y mejora. Las costosas y deslumbrantes carrozas, que transportan a las candidatas a reinas evocan a los carnavales de Brasil, atraen y agregan creatividad y el ingenio, pero también en su marketing es resultado del trabajo y manifestación de un pueblo que tiene la capacidad de poner en escena una fiesta cultural con el único fin alegrar y divertir al pueblo.
El cosmódromo en el inicio de lo que fue esta 45 edición abrió sus puertas el pasado sábado 8 albergo a mas de 7.000 personas y nuevamente las comparsas desfilaran esta noche sábado 22 de Febrero para serrar los corsos 2020 mañana domingo .
Durante la semana las comparsas participantes, se prepararon con dedicación en sus vestuarios, carrozas y coreografías todas aspiran ganar y en realidad es tan parejo, el nivel que será duro para el jurado sentenciar quien serán los ganadores. Las tres escuadras, muestran una paridad que realza el espectáculo y la expectativa es muy fuerte por lo que desde la organización esperan que para estas dos últimas noches se redoblara la presencia del público.
El carnaval de la ciudad de Quimili, se ha regionalizado, y todo el norte quiere acompañar y participar, transformado ya en estos últimos años en una expresión cultural que propone la revalorizar de las celebraciones populares transformado en el espacio de encuentro de los pueblos del Norte Grande Santiagueño.