Por Tony Villavicencio.-  Están desesperados. Gastan plata y buscan aliados. Aspiran a encontrar refugio, pagando silencios que ayudan a esconder los abusos de poder.

Gobernar es trabajar por el bienestar de la gente que los eligió y procurar conquistar a los que no los votaron. Porque es eso la política y así entendemos se debiera convivir en una sociedad democrática

La Municipalidad es una institución de servicio y no de negocios. No nos podemos callar cuando con lo que es de todos, se conceden privilegios para unos, se discrimina a otros y se castiga a los que piensan distinto. Sería largo de enumerar la cantidad de empleados municipales y de comerciantes, que sufrieron los azotes de la injusticia. Estamos dispuestos a presentar la documentación en la justicia si lo creen necesario.

El intendente debe cuidar de que nada ni nadie, esté por encima de las ordenanzas. No es difícil ni obra de intelectuales, gobernar con responsabilidad y equidad, es muy simple cuando se tiene en claro el concepto de que la ley pareja no es rigurosa.      

Es triste escuchar a empleados de la administración municipal, que comenten que al dinero del chocolate que la Municipalidad no tuvo o no quiso ofrecer a los niños para festejar su Día, lo gastaron en pillar monedas los que prometieron usar sus influencias para pagar corruptos y sacar del medio a los comunicadores que aún no tienen precio.

Tenemos que recordarles, que podrán comprar todas las radios y los micrófonos de la ciudad de Monte Quemado, podrán hartar de cumbia y chámame al pueblo para evitar que se informe. Pero lo que nunca podrán es comprar la conciencia, la pluma y la palabra, de los que luchamos por vivir en libertad y aspiramos a opinar en vos alta, sin perder derechos.

El intendente y el pueblo de Monte Quemado lo saben. Porque cuando le tocó ser víctima nos pusimos de su lado, levantamos la voz y agudizamos la pluma, con la misma energía que hoy lo hacemos para defender a los empleados y a los vecinos que son víctimas del abuso y la persecución política del gobierno municipal.

Y sabe, que no lo hacemos porque estamos incentivados. Al periodismo lo ejercemos encomendados en la palabra y los ejemplos de Dios, y obramos inspirados en un principio cristiano: “defender al débil de las injusticias de los poderosos”.

Nosotros nunca nos fuimos de donde Dios nos puso. Estamos en el mismo lugar, defendiendo la misma causa, que no tiene nada que ver con las ideologías, ni con lo político, sino con lo humano cumpliendo con el apostolado de nuestra profesión. Seguramente lo hacemos con errores, otras veces con aciertos, pero jamás obramos con mala intención y las críticas, por más duras que sean, estarán inspiradas en el amor.